Estocolmo, elegante y espaciosa, salpicada de islotes y parques verdes. Tómese el tiempo para visitar la medieval Gamla Stan, con calles estrechas bordeadas de puestos; el Ayuntamiento y su alta torre cuadrada que ofrece una vista panorámica de la ciudad; el Castillo Real rico en recuerdos históricos; el buque de guerra Vasa, rescatados después de una estancia de más de 300 años en el puerto; Skansen, el museo al aire libre de artes y tradiciones populares...
Helsinki, una de las capitales más pequeñas del mundo. Rodeado por el mar, es una ciudad particularmente agradable, que ofrece una mezcla elegante de influencias escandinavas y rusas, visibles a través de la arquitectura de sus monumentos. No te pierdas la Catedral Tuomiokirkko, el colorido mercado; la increíble iglesia tallada en piedra y el monumento a Sibelius que recuerda a un órgano gigante.
