Islandia es una tierra joven, aún formándose. Los volcanes, los glaciares, las coladas de lava, los acantilados y las cascadas nos presentan toda una paleta de colores. Un país que alimenta la imaginación de los viajeros con la promesa de paisajes y emociones diferentes a todo lo conocido: soles de medianoche, Auroras Boreales, intrincados fiordos, lagunas azules de aguas termales, desiertos de lava, géiseres en erupción, bullentes pozas de barro, imponentes glaciares y volcanes en actividad. Los veranos en Islandia son templados, con días cada vez más largos hasta el solsticio que es cuando el sol, a medianoche, sólo besa el horizonte sin ponerse nunca. En un circuito con el que bordeamos el país de Norte a Sur visitando los lugares y destinos más bellos e interesantes del país.