Jose Martell Serrano
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Recién regresados a España, todos en el grupo coincidimos en que nuestro viaje a Egipto fue absolutamente impresionante y nos dejó una huella profunda. No solo fue increíble conocer el Egipto histórico, sino también el Egipto actual: su gente, su cultura, y su vida cotidiana. Creemos que gran parte de esta experiencia tan especial se debe a Moha, nuestro guía excepcional. Más allá de las explicaciones y gestiones impecables, Moha logró romper la barrera que a menudo se crea cuando uno viaja como turista, permitiéndonos experimentar el Egipto auténtico: conversar con la gente, comprender tanto los aspectos positivos como los más difíciles, y aprender sobre sus costumbres. En estos viajes, contar con un buen guía es fundamental, y Moha fue excelente. Supo manejar al grupo, conectar con nosotros y se esforzó al máximo para que todo saliera a la perfección y todos estuvieran satisfechos. Fuimos los primeros en llegar a lugares emblemáticos como el Valle de los Reyes, Philae o Saqqara, y gracias a la experiencia de Moha como arqueólogo, nos llevó a rincones únicos y menos conocidos. En otros sitios donde era imposible ser los primeros, Moha siempre destacó entre los demás guías por el entusiasmo en sus explicaciones y por respetar el tiempo libre necesario para disfrutar de los lugares con calma. Abu Simbel merece una mención especial, ya que pudimos disfrutar de esa maravilla prácticamente solos. Los paseos por los barrios de El Cairo, las visitas a las pirámides, todo fue espectacular, y Moha nos sumergió por completo en la ciudad. Además, los restaurantes y otras recomendaciones fueron excepcionales. Moha también tuvo detalles que valoramos mucho, como sacar tiempo de donde parecía no haberlo para acompañar a uno de los miembros del grupo a las pirámides, ya que no pudo visitarlas con el resto debido a que se encontraba mal. Estos gestos fueron muy apreciados y nos permitieron dedicarnos únicamente a disfrutar del viaje. Mahmood, nuestro chófer durante los días en El Cairo, fue encantador, y a pesar del cansancio, el ambiente en el minibús siempre era alegre. En cuanto a los alojamientos, el hotel en El Cairo fue perfecto, pero lo que realmente nos conquistó fue el crucero por el Nilo. En el Blue Shadow, con una tripulación atenta y un ambiente casi familiar debido al reducido número de pasajeros, el trato fue exquisito y cuidaron cada detalle. En resumen, fue un viaje espectacular, y estamos muy agradecidos a Vanesa y al equipo de BidTravel por la excelente gestión y trato. ¡Sin duda, repetiremos con ellos!
